Volumen
5, No. 8
Enero - junio 2023
Páginas 20 – 30
ISSN:
2710 - 0537
ISSN-L:
2710 – 0537
Ciencia y Axiología. Algunas reflexiones teórico-metodológicas para la
educación CTS.
Science
and Axiology. Some theoretical-methodological reflections for CTS education
Anselmo Bandera Comerónabandera@uij.edu.cu https://orcid.org/0000-0002-4051-1513 Universidad de la Isla de la Juventud, Nueva Gerona,
Cuba
Frank García Martínez fgarcia@uij.edu.cu https://orcid.org/0000-0002-8066-2690 Universidad de la Isla de la Juventud, Nueva Gerona, Cuba
http://doi.org/10.61287/revistarebe.v.5i8.2
Recibido en octubre 2022 |
Arbitrado en noviembre 2022
| Aceptado en diciembre,
2022 |
Publicado enero 2023
El artículo, aborda algunas reflexiones
teórico-metodológicas del problema de la relación ciencia-axiología, donde se
tiene en cuenta los factores valorativos de la ciencia como proceso social y
como una forma fundamental de actividad investigativa, valorativa y
orientadora, desde un enfoque marxista y leninista. Se destaca la ciencia como
valor,la cual adquiere su verdadero sentido por sus fines cognoscitivos y
prácticos, como funciones sociales esenciales y la multiplicidad de valores que
les dan sentido como praxis científica. El trabajo contribuye a la educación
CTS de los profesionales de cualquier especialidad y expresa la necesidad de la
asimilación de sus factores valorativos y los problemas éticomorales de la
ciencia que manifiestan en la práctica. El trabajo puede constituir una
referencia teórica para la educación axiológica de los profesionales y a la
crítica de las concepciones burguesas contemporánea de la Filosofía de la
ciencia.
Palabras
clave:
Ciencia; Axiología; Ética de la ciencia;
Proceso social
The article addresses some
theoretical-methodological reflections on the problem of the science-axiology
relationship, where the evaluative factors of science are taken into account as
a social process and as a fundamental form of investigative, evaluative and
guiding activity, from a Marxist and Leninist Science is highlighted as a
value, which acquires its true meaning for its cognitive and practical
purposes, as essential social functions and the multiplicity of values that
give them meaning as scientific praxis. The work contributes to the STS
education of professionals of any specialty and expresses the need to
assimilate its evaluative factors and the ethical-moral problems of science
that they manifest in practice. The work can constitute a theoretical reference
for the axiological education of professionals and the criticism of the
contemporary bourgeois conceptions of the Philosophy of science.
Keywords: Science; Truth; Ethics of science; Social process
En los inicios
del siglo XXI y del tercer milenio, los retos de la ciencia y la tecnología nos
proporcionan una gran capacidad para explicar, controlar y transformar el mundo
en que vivimos. La ciencia contemporánea se ha institucionalizado y se ha
convertido en una gran industria, una institución especializada, en una fuerza
social súper activa que influye determinantemente en todas las dimensiones de
la vida de la sociedad: la producción, el modo de vida, la política, la
ciencia, el medio ambiente y la cultura en general.
En el contexto
actual, la problemática axiológica (valor y valoración) es un tema de obligada
reflexión y de debate en el pensamiento filosófico y sociológico contemporáneo
y de gran importancia para la educación CTS. Filosóficos, científicos y
sociólogos se interesan por el estudio de los factores axiológicos de la
ciencia, dado el lugar que ocupan sus logros y especialmente el conocimiento
científico como su producto principal en la vida social, el cual se extiende al
consumo de la totalidad de la sociedad y de la humanidad, para la vida de los
individuos, por un lado y, por el otro lado, por el papel y función que
desempeñan los conceptos y juicios valorativos en los conocimientos
científicos.
El problema de
la relación ciencia - axiología debe ser comprendido en dos dimensiones
fundamentales: una descriptiva, que trata sobre la axiología de la ciencia y
otra normativa, en la que se analiza y promueve los nuevos valores epistémicos
y prácticos, los cuales deben constituirse en innovaciones axiológicas para los
propios científicos y profesionales. Desde el punto de vista de la actividad o
el enfoque valorativo este se concibe no como elemento externo, complementario
o incompatible con el enfoque científico objetivo, sino como forma de
conocimiento que alcanza su más alto nivel en la ciencia, a su vez, la propia
ciencia debe ser entendida como una forma de actividad valorativa y
orientadora.
Se
trata de esclarecer la naturaleza de los valores, al utilizar esta categoría
valor y las dimensiones valorativas de la ciencia, este fenómeno axiológico
constituye elemento de la cultura y de la ciencia.La filosofía de la ciencia
debe hacerse consciente de que la ciencia adquiere su verdadero sentido por sus
fines teóricos y prácticos y no por su origen, sino que está gobernada por una
multiplicidad de valores que les dan sentido a la praxis científica
Un pensamiento
axiológico en la ciencia bien estructurado sirve como base para el estudio y
desarrollo de los valores de la ciencia, proporciona una teoría basada en
principios y modelos que proporcionan una adecuada metodología mediante la cual
los profesionales de cualquier especialidad puede regular su actuación y
comprender cabalmente lo indispensable de establecer una adecuada relación
ciencia-valor y situar la ciencia en el lugar que le corresponde en nuestros
días, en que tiene diferentes enfoque de la ciencia.
El objetivo de
este artículo consiste en exponer algunas reflexiones teórico-metodológicas
generales de la correlación dialéctica ciencia- axiología, en algunas de sus
aristas fundamentales, a parir de las múltiples conexiones de la ciencia con la
sociedad, su naturaleza social y algunos de los problemas sociales,
éticos-morales relacionados con ella y más estrechamente, con el conocimiento,
como una forma específica de actividad, de trabajo especializado en búsqueda de
la verdad, en la que está inmersa la necesaria la relación sujeto-objeto y sujeto-sujeto:
el valor de la ciencia en relación con la sociedad y la presencia de los
aspectos valorativos en la misma.
La
educación científica en nuestras universidades en la formación de
profesionales, no debe apoyarse en imágenes caducas de la ciencia, sino en
abordar el fenómeno científico como proceso social, como compleja empresa en la
que los valores culturales, políticos y económicos ayudan a configurar el
proceso que, a su vez induce sobre dichos valores y sobre la sociedad, teniendo
en consideración nuestras condiciones concretas.
La ciencia en
una empresa compleja, por las características e impactos para el hombre, la
sociedad y toda la humanidad. Por su gran desarrollo alcanzado en la
contemporaneidad, se hace un poco difícil definirla, de acuerdo con los
estudiosos de este fenómeno. Proponer una definición acabada de ella, sus
objetos y prácticas son de naturaleza heterogénea. Algunos filósofos y
sociólogos de la ciencia insisten en la especificad de cada ciencia concreta,
provista de sus propias herramientas e instrumentos deductivos, con lo que
consienten los autores de este trabajo Núñez (1999), la define así:
El concepto de
ciencia suele definirse por oposición al de técnica, según las diferentes
funciones que ellas realzan, (…) la función de la ciencia se vincula con la
adquisición de conocimientos al proceso de conocer, cuyo ideal más
tradicionales la verdad, en particular la teoría científica verdadera. La
objetividad y el rigor son atributos de ese conocimiento. (s.n)
La ciencia
supone la búsqueda de la verdad, es arte todo, producción, difusión y
aplicación de conocimientos y ello la distingue, la califica, en el sistema de
la actividad humana. .
Según Króber
(1986) entendemos la ciencia no sólo como un sistema de conceptos,
proposiciones, teorías, hipótesis, etc., sino también, simultáneamente, como
una forma específica de la actividad social dirigida a la producción,
distribución y aplicación de conocimientos acerca de las leyes objetivas de la
naturaleza y la sociedad, aún más, la ciencia se nos presenta como una
institución social, como un sistema de organizaciones científicas, cuyas
estructuras y desarrollo se encuentran estrechamente vinculada con la economía,
la política, los fenómenos culturales, con las necesidades y las posibilidades
de la sociedad dada.
“La ciencia
debe ser entendida como institución, método, tradición acumulativa de
conocimientos, factor principal en el entendimiento y desarrollo de producción
y una de las influencias más poderosas en la conformación de opiniones respecto
al universo y el hombre” (Bernal, 1954, s.n). Estas definiciones de ciencia son
bastante abarcadoras, más reales, permiten una aproximación rica y diversa al
fenómeno ciencia, según los autores citados, con los que concuerdan los autores
de este trabajo, teniendo en cuenta la complejidad del fenómeno ciencia en la
actualidad.
Carlos Marx en El Capital, T.III, P.127
define a la ciencia como “trabajo general”. …” Trabajo general es todo trabajo
científico, todo descubrimiento, todo invento…”
En los estudios
CTS se vienen abriendo pasos dos enfoques contradictorios, los cuales son
necesarios estudiar. Uno es el enfoque tradicional, positivista o hereditario,
como algunos autores lo llaman, elcual centra laciencia en el sistema de
conocimientos formado, que describe la realidad del mundo, siendo acumulativa y
progresiva; la ciencia es separable de otras formas de conocimiento, es
unitaria, neutra y libre de valores. Este enfoque solo se interesa por la
verdad y la búsqueda de la coherencia lógica del lenguaje científico, el cual
se considera sólo si se refiere a hechos comprobables. Esta tendencia no se
interesa y desconoce el enfoque social se la ciencia, no tienes en cuenta que
esta actividad es un proceso social, en su análisis filosófico reduccionista.
El enfoque
social de la ciencia, contrario al ya citado, se viene abriendo paso al
reconocer la ciencia como un proceso social, vista en el marco de la relación
sujeto-objeto y sujeto-sujeto, donde el principal sujeto de la ciencia es la
sociedad, en la cual se amplían las relaciones sociales, más allá de las
comunidades científicas y además interpreta la ciencia tal como ella es, como
un proceso social complejo que impacta de la vida de las personas y de la
sociedad para el bien el para el mal, en correspondencia con el uso que se le
den a sus logros.
Para
el estudio de la ciencia, como proceso social, es importante tener en cuenta
sus factores sociales, internos y externos en su relación dialéctica:
económicos, sociales, culturales, políticos, medioambientales, etc., que
impulsan el proceso, lo que demuestra que la ciencia se hace con determinados
intereses y fines, lo mismo ocurre con la aplicación de los resultados de la
ciencia. Por todo esto y mucho más, la ciencia no es ni puede ser neutral, en
contra del enfoque lógico-positivista tradicional, al que se enfrenta el
enfoque social o CTS. ¿Cuál es el valor y cuáles son los factores valorativos
de la ciencia? Para responder estas interrogantes es necesario definir
brevemente estos conceptos axiológicos.
La axiología
(gr, axia: valor, y logos: doctrina, palabra. Investigación filosófica de la
naturaleza de los valores.Los valores son determinaciones sociales de los
objetos del mundo circundante, que ponen de manifiesto su significación
positiva o negativa para el hombre y la sociedad (bien y mal, bello y feo, que
se contienen en los fenómenos de la vida social y de la naturaleza. No son
innatos, en virtud de la estructura interna del objeto por sí mismo, sino
porque este último está incorporado a la esfera del ser social del hombre y se
ha convertido en vínculo de las relaciones sociales.
Entre
sus múltiples definiciones, los autores se acogen la definición del filósofo
cubano Febelo J.R. (1998), para el cual “el valor debe ser entendido como la
significación socialmente positiva que tienen los objetos y fenómenos, a partir
de las posibilidades que tienen estos de satisfacer necesidades sociales, es
cierta forma de manifestación de la relación entre el sujeto y el objeto, en la
cual las características del objeto son valoradas a partir de las necesidades
del sujeto social. Por cuanto las necesidades del sujeto social las origina la
sociedad, la evaluación de unos u otros fenómenos materiales o ideales de la
realidad se presenta como socialmente importe, según “El valor se forma como
resultado de la actividad práctica que al socializar el mundo exterior al
hombre. Dota a los objetos y fenómenos de la realidad de una determinada
significación o valor, “los valores son depositarios de una significación
peculiar, no ajena al universo humano, pero sí condicionada por los intereses
de la sociedad en su conjunto y no simplemente por los de uno u otro sujeto
aislado” (Febelo J.R.;1998)
Los
valores existen tanto objetiva (valores de las cosas) como subjetivamente
(valores de la conciencia). Unos y otros se deben a la actividad
práctico-social de los hombres (…) Los valores de las cosas son objetos de
valor y de las prescripciones humanas, los valores de las cosas subjetivos
constituyen los modos y criterios de esos valores objetivos y de esas prescripciones.
Son, en realidad, dos polos de una misma relación: los valores de las cosas
expresan sólo de modo externo la necesidad activa de los hombres (…) los
valores subjetivos sirven de forma normativa de orientación del hombre en la
realidad natural y social. (Rodríguez, 1985)
Al intentar
definir la categoría valor en su mayor amplitud debe tenerse en cuenta el
carácter multidimensional y poli semántico de la categoría. Esto responde a los
diferentes tipos de valor y a su estructura de diferentes niveles. Es muy
importante establecer la diferencia entre el aspecto semántico y pragmático del
término valor. El lenguaje natural tiene sentido no sólo en relación con los
objetivos significativos, sino también, en relación con los múltiples fines y
necesidades del sujeto portador del lenguaje. El valor es un instrumento
cognoscitivo y un medio de regulación y orientación de la actividad humana.
Existen
diferentes criterios en la clasificación de los valores a partir de la
diferenciación del contenido de distintas esferas, en las que se manifiesta el
valor. Algunos parten de un esquema abstracto de necesidades humanas, de la
estructura organizativa de la actividad humana: los deseos y las normas o las
prescripciones, etc., los que sirven para definir el valor como objeto de
cualquier necesidad y como el resultado de conocimiento, de los deseos y
prescripciones y prácticas del hombre..
Por su parte,
la valoración comprende el reflejo subjetivo en la conciencia del hombre de la
significación que para él poseen los objetos y fenómenos de la realidad. Ella
(la valoración) es resultado de la aparición diferenciada del sujeto
(individual o social) y depende de los intereses, necesidades, deseos,
aspiraciones e ideales de este, etc. Ella (la valoración) es resultado de la aparición
diferenciada del sujeto (individual o social) y depende de los intereses,
necesidades, deseos, aspiraciones e ideales de este, etc.
La valoración
es una interpretación subjetiva, pero no pura, lo que no niega que refleje
acertadamente el valor y que pueda coincidir con él. La valoración puede
convertirse en valor. Un mismo juicio valorativo puede ser a la vez valoración
y valor.Existe una estrecha relación dialéctica entre valor y valoración, lo es
muy importante tenerlo en cuenta en el análisis del valor como el objeto
principal de la axiología.
Entonces, ¿qué relación guarda la
ciencia con el valor?, ¿constituye la ciencia por sí misma un valor?, ¿en qué
medida, las proposiciones científicas pueden tener premisas valorativas, y cuál
es la influencia de los factores valorativos y normativos sobre el desarrollo
de la ciencia?
De acuerdo con
Marx y Hacking la ciencia es una actividad no solo de conocimiento, sino
también de transformación del mundo, por lo que la filosofía de la ciencia debe
ir más allá del estudio epistemológico y lo metodológico, debe incluir los
valores que subyacen y que guían la actividad científica.
Echeverría J. (1995) existe una estrecha
relación entre el pluralismo metodológico de la ciencia con el pluralismo
axiológico de la propia empresa científica. Este autor trata de mostrar cuatros
contextos en estrecha relación: enseñanza de la ciencia, innovación
tecnocientifica, evaluación y aplicación.
lLa valoración de propuestas científicas es un proceso que
ocurre en todas las fases de las prácticas científicas, y que no se limita a la
elección racional entre teorías alternativas, sino que incluye una serie de
valores generales de tipo social, no fundado en la naturaleza del ser humano ni
en leyes naturales, ni inferidos a partir de hechos naturales
(Echavarría,
2006)
Para este
autor, el programa axiológico se desarrolla en dos dimensiones: una
descriptiva, que trata sobre la axiología de la ciencia y otra normativa, la
cual analiza y promueve los nuevos valores epistémicos y prácticos, los cuales
deben constituirse en innovaciones axiológicas para los propios científicos.
El problema
ciencia-valor responde al lugar que ocupa la ciencia en la vida de la sociedad
contemporánea, en el destino de la humanidad y en la vida de los individuos
aislados. La ciencia se ha convertido no sólo en una de las fuerzas productivas
de las economías nacionales, y de la economía mundial en su conjunto, es casi
la más potente de estas fuerzas, directa y como fuente universal y del progreso
técnico.
La axiología de
la ciencia estudiaría la ciencia tal como ella se produce tanto a nivel
individual, como grupal, institucional, y social, en la que estudian y utilizan
filósofos, historiadores y sociólogos de la ciencia, pero también expertos en
la incidencia de la tecnociencia en la sociedad, y ojalá también científicos.La
ciencia constituye un tipo especial de actividad humana que, junto a la
tecnología como parte de ella, condiciona la actividad del hombre frente a la
naturaleza, revistiendo especial significación para comprender la especificidad
de la ciencia, de las instituciones creadas al efecto, así como del papel en el
contexto social, que ella desempeña en el desarrollo de la producción y la vida
social en general.
La ciencia no
es sólo una riqueza ideal, sino también práctica, en tanto que el desarrollo de
la ciencia constituye un aspecto de vital importancia para la evolución de las
fuerzas productivas, en tanto fuerzas productivas directas, y el desarrollo de
la gran industria es una expresión de la penetración del saber humano en los dominios
de la producción. Al respecto plantea Jover N., J. (1999). “La ciencia es
además una actividad profesional institucionalizada que supone la educación
prolongada, internalización de los valores, creencias, desarrollo, de estilo de
pensamiento y actuación (…) es toda una cultura. La ciencia como fuerza social
integral, en unidad de todas sus ramas: ciencias naturales, técnicas y
sociales, permite una utilización plenamente científica de todos sus resultados
y logros, que responden a cabalidad a los intereses y valores esenciales del
individuo, de la sociedad y de toda la humanidad”.
En esta
definición se enfoca la ciencia como un proceso social institucionalizado, una
empresa productora de valores para el hombre y la sociedad, al convertirse en
una fuerza poderosa en el la transformación de la sociedad, en función del bien
o del mal. En dependencia de como la sociedad usa los resultados obtenidos, la
ciencia puede ser un valor o un antivalor. Su valorpráctico se expresa con gran
fuerza en la esfera de los conocimientos sociales y humanísticos, donde el
conocimiento se convierte en un instrumento teórico de la comprensión y la
transformación social al establecer las bases y las vías de estos cambios y
revoluciones sociales.
La ciencia
—como afirma el filósofo español Javier Echeverría— “es una actividad
transformadora del mundo, que por tanto no se limita a la indagación de cómo es
el mundo, sino que trata de modificarlo en función de valores y fines […].
Tal como
veremos más adelante, la ciencia está cargada de valores. Y no solo de valores
epistémicos, sino también de aquellos (llamados extra-epistémicos) que se
extienden más allá del ideal de objetividad, búsqueda desinteresada de la
verdad, adecuación empírica o rigor lógico.
La ciencia,
como institución social especial, determina su valor como medio para lograr
objetivos prácticos de la humanidad, y esto no sólo se refiere a las ciencias
aplicadas, sino también a las fundamentales: no hay nada más práctico que una
buena teoría. La ciencia en su totalidad puede cumplir su función básica sólo
cuando se orienta directamente a la búsqueda de la verdad con su objetivo,
arranca de la objetividad del saber cómo valor supremo, porque esta empresa
supone ese objetivo, se esfuerza a favor del rigor y de la objetividad, es arte
ante todo producción, difusión y aplicación de conocimientos, que se dan en el
marco de las relaciones sociales penetradas de determinaciones
práctico-materiales e ideológicovalorativas.
Desde el interior de las instituciones
científicas, la producción de conocimientos puede lograrse sólo estableciendo
un conjunto de relaciones sociales e intracientíficos. Estas relaciones son
diversas: informativas y sociales, etc. La participación del científico en
estas relaciones está influida por factores propios del contenido social en que
ellas se envuelven.
Otro grupo de
relaciones de variados carácter son: las jurídicas, morales, psicológicas,
ideológicas, etc., propia de la producción científica y de las peculiaridades
de la sociedad en que ellas se desenvuelven.
Para la comprensión de los factores
axiológicos en la ciencia no se puede dejar de tener en consideración la
comprensión de la interacción sujeto-sujeto en la actividad científica, la cual
se manifiesta más allá de comunidades. “En el marco de relación sujeto-sujeto,
el sujeto de la ciencia no es el individuo aislado, no es un hombre abstracto
(…), pudiera indicarse como sujeto a la sociedad toda”. (Núñez, 2007)
La ciencia se
presenta como un valor social: ciencia para algo, ciencia para un fin, ciencia
para alguien. A ella se asigna determinado interés o importancia, se le orienta
en una u otra dirección, o simplemente se menosprecia. En cualquier caso se
manifiesta una definida proyección valorativa de las clases sociales respecto a
la misma.
La ciencia
constituye un valor liberador, en la medida que el conocimiento penetra en la
vida y se hacen más amplias y plenas la libertad y la creación en tantos
valores permanentes del hombre. El principio fundamental del conocimiento
científico es la verdad objetiva, ella es un atributo de los conceptos, los
juicios, las teorías, etc. Como modo de existencia y desarrollo del
conocimiento, no puede concebirse al margen del hombre y la sociedad, del
sujeto cognoscente. El crecimiento del contenido objetivo de ese conocimiento
(científico) es, al mismo tiempo, el resultado de la elevación del papel y la
efectividad de lo subjetivo, la creatividad del sujeto.
Uno de los
objetivos de la ciencia es la búsqueda de la verdad y probarla. ¿Qué es la
verdad? Ya Hegel se había referido a la audacia de buscar la verdad, a la fe en
ponerlo de la razón como primera condición de las preocupaciones científicas
(filosóficas para él). La verdad tiene un carácter objetivo y subjetivo. Como
objetiva, tiene carácter metodológico y normativo (axiológico). La ciencia se
apoya en estos valores, que en muchos casos poseen significados absolutos,
universal (principios y leyes generales de la actividad cognoscitiva: la
observación, el experimento, la deducción y otros), por eso el relativismo solo
puede derrubiar el criterio de la verdad objetiva del saber y derivar en el
subjetivismo.
V. I. Lenin en
Materialismo e Empiriocriticismo apunta sobre la verdad objetiva “que esta no
depende del sujeto, que no depende ni del hombre ni de la humanidad…”
(Vladímir)
La verdad
científica, en tanto reflejo de la ciencia, tiende a ser un conocimiento de
carácter universal, pero ese conocimiento está condicionado por el contexto
histórico-social y el nivel de praxis que es propio de cada época. La verdad
objetiva (científica) conjuga orgánicamente con la existencia de relaciones
axiológicas tanto del propio conocimiento científico(logro de un determinado
objetivo, la verdad) con los medios que le corresponden, como también por parte
de la sociedad, que concuerda la ciencia en general, comprendida como medio
especialmente humano de orientación del hombre en el mundo, con sus objetivos,
que aparecen como criterios prácticoutilitarios y normativos o ideales de la
apreciación que se extrae como resultado.
Para la
axiología burguesa contemporánea, el valor constituye un aspecto particular de
la realidad incompatible con las ciencias naturales. Según esta perspectiva,
dentro de los límites del conocimiento científico no hay lugar para el análisis
de las determinaciones valorativas de los fenómenos. Estas concepciones son
irracionalistas y subjetivistas, para estos pensadores la ciencia no representa
un valor real, aunque de ella se obtengan beneficios prácticos, sino un valor
instrumental, utilitarista, etc. Según esta concepción, tanto la ciencia como
la tecnología son útiles, pero indiferentes a los fines que sirven. Otras
concepciones como el instrumento pragmático contra la exclusión de la ciencia y
el valor del conocimiento humano, reconocen la particularidad y capacidad de la
ciencia para resolver problemas incluidos la del análisis de los valores, pero
como un instrumento, o un género de tecnología para obtener éxitos beneficios
independientemente de su contenido objetivo. La interpretación subjetivista de
las relaciones axiológicas de la ciencia deforma los propios valores y el valor
de la ciencia como tal.
En la axiología
marxista, los valores, lejos de ser separados del conocimiento científico, se
analizan en ligazón indiscutible e interacción con este. La filosofía marxista
hace una interpretación científica de los valores, nos ofrece las bases
metodológicas para el análisis y trabajo con los valores, a partir de su
partidismo objetivo, del monismo materialista y la unidad de la naturaleza y la
sociedad. Tiene en consideración, además, el criterio diferenciador entre
ciencia y valor, de los valores dados por la axiología burguesa y sus
corrientes filosóficas contemporáneas. La citada disciplina filosófica analiza
el valor a partir de la dialéctica de lo universal y particular, de lo objetivo
y lo subjetivo.Sólo la filosofía marxistaleninista puede aportar a la ciencia y
a la educación CTS una concepción gnoseológica y metodológica del mundo, que
constituye una guía para la acción científica.
¿En que consiste
la valoración en la ciencia, qué relación tiene con el valor de esta?
Los valores y
valoraciones sociales se convierten en reguladores valorativos internos del
desarrollo del científico y el mediador fundamental de este paso es el propio
sujeto del conocimiento. Es el sujeto, quien bajo la influencia de la
conciencia social valorativa (ética, filosófica, religiosa) y de los factores
socioculturales en general, establece con el objeto del conocimiento una
relación emocionalmente marcada que expresa determinados intereses,
inclinaciones y preferencias, es ese sujeto del conocimiento científico el
portador de determinada orientación valorativa dentro de la propia ciencia, la
cual guía la elección de los parámetros lógico-metodológicos, sobre cuya base
se valoran y escogen las formas y modos de descripción, explicación,
demostración y organización del conocimiento, los criterios de cientificidad,
las normas e ideales de investigación. Es ese sujeto quien, por lo general,
emite la primera valoración sobre la significación metodológica (y social en
Genaro) de los resultados obtenidos en la investigación científica.
Lo valorativo
en la ciencia se pone de manifiesto en los juicios axiológicos , los cuales se
refieren a la estructura lógica del saber, así como a la base axiológica de las
normas y relaciones metodológicas dentro de la comunidad científica y son
inherentes, en igual medida, no solo a las ciencias sociales, sino también a
las ciencias naturales. La actividad cognoscitiva está orientada
axiológicamente. El sujeto del conocimiento es la sociedad la cual no es un
espejo que reproduce con absoluta indiferencia el mundo existente fuera de
ella, sino que es un ser vivo, activo y creador que valora de acuerdo con sus
intereses y necesidades. El conocimiento se hace acompañar constantemente de la
interpretación y de la valoración, por parte del hombre y la sociedad. Por
cuanto en la búsqueda del conocimiento científico, el científico es, no sólo el
sujeto de este conocimiento, sino también el sujeto de conciencia valorativa, y
en la cognición científica de los fenómenos naturales o sociales, es imposible
pasar por alto las formas de la conciencia valorativa, las cuales pueden servir
de estímulo en el conocimiento científico o convertirse en un freno para el
mismo.
La
importancia de los factores valorativos en la actividad científica, lo
constituye el propio reflejo cognoscitivo de la realidad, a partir del análisis
objetivo de los hechos. Los factores valorativos intracientíficos se refieren
principalmente a la asignación metodológica que poseen los resultados obtenidos
en una esfera determinada de la ciencia para otras esferas o para el
conocimiento científico en general.
Corresponde
al campo de las ciencias sociales no sólo la formulación de hechos científicos
descriptivos sino también de los juicios de valor y del asesoramiento
preceptivo para la realización de los valores humanos. Dicho conocimiento
experto es esencial y necesario para la evaluación de los valores económicos,
legales, políticos y sociales. (Lewis, 1970, pág. 183)
Hoy se debate
mucho acerca del papel transformativo de la ciencia en cuanto a valor y su
papel destructivo en cuanto a antivalor, muestra de este aspecto redunda en la
aparición de construcciones seudo científicas y anticientíficas, que dan una
imagen deformada de la ciencia. Los resultados del progreso técnico ofrecen
posibilidades para su empleo racional y en prejuicio del hombre (la industria atómica
y el peligro de su radiación; el aumento de los recursos naturales; el
incremento del potencial de los medios de información de masas; el torrente de
medicamentos nuevos, etc. Por otro lado, están los problemas globales que
demandan de una solución para poder salvar la vida en el planeta y la humanidad
de una hecatombe.
La problemática
axiológica de la ciencia también tiene su espacio en la ética de la ciencia, en
la que se ha avanzado mucho en la identificación de múltiples problemas
ético-morales que se derivan de las ciencias biomédicas y nucleares,
enfatizando en los conflictos y dilemas éticos que emanan de las ciencias
mencionadas, donde el valor y la valoración de la ciencia y de los científicos
también forman parte de esta disciplina.
La Ética de la
ciencia como disciplina es objeto de mucha atención. “Por ética de la ciencia
se entiende, a menudo, el sentido de la responsabilidad que se asume desde el
hecho mismo de hacer ciencia o; para decirlo con otras palabras, la
responsabilidad y los deberes que emanan de la investigación científica y en la
que se ven implicados, científicos, tecnólogos y otros profesionales inmerso en
el procedimiento de la investigación científica” (López B., 2009)
En su actividad, el científico asume una
responsabilidad de carácter humano universal. Es genuino pensar que las
acciones y el comportamiento de un científico por separado repercutirán en el
surgimiento o transcurso de una u otra crisis.
La ciencia, no
puede regularse sólo en el ámbito ético, su capacidad de control ético no lo
resuelve todo. Los principios éticos de la ciencia no pueden considerarse
aislados de las demás formas de su orientación axiológica, ante todo, de los
factores sociales, diferentes y a veces contrarios en el capitalismo y el
socialismo. En la actualidad se necesita un control más eficaz sobre el
cumplimiento de las orientaciones, códigos y acuerdos socio -éticos y jurídicos
ya aprobados.
La
comunidad científica internacional necesita revalorizar su código de ética, la
realidad científica de hoy lo exige, el cual es objeto de análisis en la agenda
de los congresos internacionales de ciencia. Es el hombre, su vida, bienestar,
salud, cultura, libertad, y progreso, quien le confiere sentido a la ciencia.
CONCLUSIONES
Una
mirada al desarrollo histórico-social de la ciencia nos permite comprender la
complejidad de este fenómeno social, cuyo principal producto, el conocimiento,
el cual tiene aplicación entodas dimensiones de la sociedad, con un valor
instrumental, orientador y transformador al erigirse en fuerza productiva de la
sociedad y portadora de su propia cultura y con funciones sociales bien
definidas.
Los factoresaxiológicos desempeñan un papel
central en la ciencia, los cuales son inherentes a su propia estructura de
búsqueda racional de comprensión y acomodación al mundo natural y social que
constituye el entorno de nuestra vida. No hay, por lo tanto, cabida para
separar la ciencia de las cuestiones evaluativas, ni de la ética. Al contrario
se impone la necesidad de incluir dentro del ámbito de la filosofía de la
ciencia, no sólo una axiología enfocada hacia los valores epistémicos y
metodológicos, sino también hacia los valores sociales, éticos, estéticos y
ecológicos en la ciencia. Los juicios axiológicos en la ciencia, los que se refieren
a la estructura lógica del saber, así como a la base axiológica de las normas y
relaciones metodológicas dentro de la comunidad científica son inherentes en
igual medida, no solo a las ciencias sociales, sino también a las ciencias
naturales. La actividad cognoscitiva está orientada axiológica. El sujeto del
conocimiento es la sociedad , el hombre, el cual no es un espejo que reproduce
con absoluta indiferencia el mundo existente fuera de él, sino que es un ser
vivo, activo y creador que valora de acuerdo con sus intereses, en función de
él y de la sociedad en que vive y se desempeña como sujeto.
REFERENCIAS
Bernal,
J. D. (1954). La ciencia en su historia (Vol. I Dirección General de
Publicaciones). México: UNAM
Echavarría, J. (2006). El pluralismo axiológico de la
ciencia. En Temas de debate científico. Selección lectura. La Habana, Cuba:
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