Volumen 7 No. 12 ISSN: 2710 - 0537
Enero- junio
2025 ISSN-L:
2710 - 0537
Páginas 69 – 81
Perspectivas de género en la producción científica: Un análisis
comparativo entre Bolivia y América Latina
Gender perspectives in scientific production: A comparative analysis
between Bolivia and Latin America
Doriana María Roa González
direccionacademica@cidecuador.org
https://orcid.org/0009-0003-9825-7049
Universidad de Carabobo Valencia, Venezuela
https://doi.org/10.61287/rebe.v7i12.1190
Artículo recibido: 21 de agosto 2024|Arbitrado:19 de septiembre
2024|Aceptado: 20 de octubre 2024|Publicado:2 de enero 2025
Resumen
La participación
de las mujeres en la producción científica constituye un indicador fundamental
para evaluar la equidad de género en los sistemas de ciencia y tecnología. El
objetivo del estudio es analizar las perspectivas de género en la producción
científica mediante una comparación entre Bolivia y América Latina. Utilizando
indicadores cuantitativos y análisis de políticas públicas implementadas en la
región. Los resultados revelan que Bolivia, con un 38% de mujeres
investigadoras, se encuentra por debajo del promedio regional, mientras que
países como Venezuela (61%) y Argentina (53%) lideran en paridad de género. Se
identificaron seis categorías de discursos de género que afectan a las mujeres
científicas bolivianas, incluyendo estereotipos sobre aptitud para la ciencia y
invisibilización profesional. Las brechas persisten especialmente en
disciplinas STEM. Se concluye que se requieren políticas integrales que aborden
tanto las barreras estructurales como los factores culturales para lograr una
verdadera equidad de género en la ciencia latinoamericana.
Palabras
clave: Brechas de género; Ciencia y tecnología;
Investigación; Producción científica
Abstract
The
participation of women in scientific production is a fundamental indicator for
assessing gender equity in science and technology systems. The objective of
this study is to analyze gender perspectives in scientific production by
comparing Bolivia and Latin America, using quantitative indicators and analysis
of public policies implemented in the region. The results reveal that Bolivia,
with 38% of female researchers, is below the regional average, while countries
such as Venezuela (61%) and Argentina (53%) lead in gender parity. Six
categories of gender discourses affecting Bolivian women scientists were
identified, including stereotypes about aptitude for science and professional
invisibility. The gaps persist especially in STEM disciplines. It is concluded
that comprehensive policies that address both structural barriers and cultural
factors are required to achieve true gender equity in Latin American science.
Keywords: Gender gaps; Science and technology; Research; Scientific production
INTRODUCCIÓN
La participación equitativa de mujeres y hombres en la
producción científica constituye uno de los desafíos más significativos para el
desarrollo sostenible de los sistemas de ciencia, tecnología e innovación en el
siglo XXI. A nivel global, las brechas de género en la ciencia representan no
solo una cuestión de justicia social, sino también una pérdida considerable de
talento humano que limita el potencial innovador de las sociedades (López et
al., 2018). La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha documentado que, a pesar de los avances
significativos en el acceso de las mujeres a la educación superior, persisten
disparidades importantes en su participación en la investigación científica,
especialmente en las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y
matemáticas (STEM) (UNESCO, 2021).
En el contexto latinoamericano, la situación presenta
características particulares que merecen un análisis detallado. América Latina
y el Caribe se ha posicionado como una de las dos regiones del mundo que avanza
hacia la paridad en la proporción de investigadores hombres y mujeres, según
datos de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana (RICYT,
2018). Sin embargo, esta aparente convergencia hacia la equidad oculta
disparidades significativas entre países y disciplinas, así como la persistencia
de barreras estructurales y culturales que limitan la plena participación de
las mujeres en la producción científica de alta calidad.
En este marco, la perspectiva de género comenzó a
tener mayor presencia en los estudios sociales de la ciencia y tecnología desde
que se asumió como problema la limitada participación de las mujeres en la
producción del conocimiento científico y tecnológico (Albornoz et al., 2018).
Diversos fenómenos como el "efecto Matilda" o el "efecto
Curie", han sido tomados como referencia para interpretar la situación de
las mujeres en la estructura científica, evidenciando cómo los sesgos de género
afectan tanto el reconocimiento como la visibilidad de las contribuciones
femeninas a la ciencia (González, 2012).
A partir de estas consideraciones, el análisis de las
brechas de género en la producción científica requiere considerar múltiples
dimensiones que van más allá de la simple contabilización de participantes. Es
necesario examinar la calidad de la participación, los niveles de liderazgo, la
distribución por disciplinas, las oportunidades de financiamiento, y los
mecanismos de reconocimiento y promoción académica (Morales y Sifontes, 2014).
Estudios recientes han demostrado que, aunque las mujeres pueden representar un
porcentaje significativo de los investigadores en formación, su presencia
disminuye considerablemente en los niveles superiores de la carrera científica,
fenómeno conocido como "tubería con fugas" o "leaky
pipeline" (Beigel et al., 2023).
En el caso específico de Bolivia, la situación de las
mujeres en la ciencia presenta características que reflejan tanto los avances
regionales como los desafíos particulares del contexto nacional. Según datos de
RICYT, Bolivia registra un 38% de mujeres investigadoras, ubicándose en una
posición intermedia dentro del panorama latinoamericano (Albornoz et al.,
2018). Sin embargo, esta cifra agregada no refleja las complejidades del
sistema científico boliviano, donde coexisten instituciones con diferentes niveles
de desarrollo y donde las mujeres enfrentan múltiples barreras para su pleno
desarrollo profesional.
Investigaciones recientes en el contexto boliviano,
han identificado la presencia de seis categorías de discursos de género que las
mujeres científicas deben sortear tanto en el ámbito universitario como en sus
espacios laborales: mujer madre y esposa, mujer débil, mujer instintiva e
irracional, mujer no apta para la ciencia, mujer invisibilizada y mujer sumisa
(Paz, 2024). Estos discursos, profundamente arraigados en las estructuras
sociales y culturales, constituyen barreras significativas para el desarrollo
profesional de las mujeres en la ciencia boliviana.
En este sentido, la importancia de abordar las
perspectivas de género en la producción científica trasciende las
consideraciones de equidad social. La evidencia empírica demuestra que la
diversidad de género en los equipos de investigación contribuye a la calidad y
el impacto de la producción científica, favorece la innovación y mejora la
capacidad de respuesta de la ciencia a las necesidades sociales (Muñoz et al.,
2025). Además, la inclusión efectiva de las mujeres en la ciencia es
fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
particularmente el ODS 5 sobre igualdad de género y el ODS 9 sobre industria,
innovación e infraestructura (ONU Mujeres, 2024).
A partir de ello, el análisis comparativo entre
Bolivia y América Latina permite identificar tanto las convergencias como las
divergencias en las trayectorias hacia la equidad de género en la ciencia.
Mientras que países como Venezuela, Argentina y Uruguay han logrado niveles de
paridad significativos, otros como México, Perú y la propia Bolivia mantienen
brechas considerables (Albornoz et al., 2018). Estas diferencias no pueden
explicarse únicamente por el nivel de desarrollo económico, sino que requieren considerar
factores como las políticas públicas implementadas, las tradiciones académicas,
los marcos normativos y las características culturales específicas de cada
contexto nacional.
En este marco, la relevancia de este estudio radica en
la necesidad de generar evidencia empírica que contribuya al diseño de
políticas públicas más efectivas para promover la equidad de género en la
ciencia. A pesar de los avances normativos implementados en la región,
persisten desafíos significativos que requieren enfoques integrales. La
comprensión de las especificidades del caso boliviano, en comparación con las
tendencias regionales, puede aportar elementos valiosos para el diseño de
estrategias más efectivas.
En consecuencia, el objetivo de esta investigación es
analizar las perspectivas de género en la producción científica mediante una
comparación entre Bolivia y América Latina, identificando las brechas
existentes, los factores explicativos y las oportunidades para promover una
mayor equidad.
Finalmente, la hipótesis central sostiene que, aunque
Bolivia ha experimentado avances en la incorporación de mujeres al sistema
científico, persisten brechas significativas comparado con los países líderes
de la región, explicadas por factores estructurales, culturales e
institucionales que requieren intervenciones integrales para ser superadas.
MATERIALES
Y MÉTODO
Esta investigación adopta un enfoque metodológico
mixto que combina el análisis cuantitativo de indicadores de género en ciencia
y tecnología con el análisis cualitativo de políticas públicas y marcos
normativos implementados en la región. El diseño del estudio es de tipo
descriptivo-comparativo, orientado a caracterizar la situación de las mujeres
en la producción científica en Bolivia y América Latina, identificando
patrones, tendencias y factores explicativos de las brechas observadas.
El marco temporal del análisis abarca el período
2015-2024, seleccionado por la disponibilidad de datos comparables y la
implementación de políticas específicas de género en ciencia en varios países
de la región durante esta década. Este período también coincide con la adopción
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el incremento de la atención
internacional hacia las cuestiones de género en ciencia y tecnología.
Las fuentes de información utilizadas incluyen bases
de datos especializadas en indicadores de ciencia y tecnología, documentos de
política pública, investigaciones académicas y reportes de organismos
internacionales. Las principales fuentes consultadas fueron: (1) Red de
Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana (RICYT), que proporciona
datos estandarizados sobre recursos humanos en ciencia y tecnología para los
países de la región; (2) Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), particularmente su Programa FORCYT
para el fortalecimiento de los sistemas de ciencia y tecnología; (3) UNESCO
Institute for Statistics (UIS), que mantiene bases de datos globales sobre
indicadores de género en ciencia; y (4) bases de datos bibliométricas como
Scopus y Web of Science para el análisis de la producción científica.
Para el caso específico de Bolivia, se utilizaron
fuentes adicionales que incluyen documentos del Ministerio de Educación,
investigaciones realizadas por universidades nacionales, y estudios específicos
sobre la situación de las mujeres científicas en el país. Particular relevancia
son los trabajos de Cabello (2024) sobre mujeres en la política científica del
Estado Plurinacional de Bolivia y Paz Burgos (2024) sobre prácticas sociales y
relaciones de género en el entorno universitario y laboral de las mujeres
científicas bolivianas.
Los criterios de selección de países para el análisis
comparativo se basaron en la disponibilidad de datos, la representatividad
regional y la diversidad de contextos socioeconómicos. La Tabla 1 presenta los
18 países latinoamericanos incluidos en el estudio, organizados según su nivel
de participación femenina en investigación.
Tabla
1. Países incluidos en el análisis comparativo y
porcentaje de mujeres investigadoras
Rango |
País |
% Mujeres
Investigadoras |
Clasificación |
1 |
Venezuela |
61% |
Paridad alta |
2 |
Argentina |
53% |
Paridad alta |
3 |
Uruguay |
53% |
Paridad alta |
4 |
Brasil |
49% |
Paridad media |
5 |
Chile |
47% |
Paridad media |
6 |
Colombia |
46% |
Paridad media |
7 |
Costa Rica |
44% |
Paridad media |
8 |
Cuba |
43% |
Paridad media |
9 |
Ecuador |
42% |
Paridad media |
10 |
Paraguay |
41% |
Paridad media |
11 |
Panamá |
40% |
Paridad baja |
12 |
Bolivia |
38% |
Paridad baja |
13 |
El Salvador |
37% |
Paridad baja |
14 |
Portugal |
36% |
Paridad baja |
15 |
España |
36% |
Paridad baja |
16 |
Guatemala |
35% |
Paridad baja |
17 |
México |
33% |
Brecha
significativa |
18 |
Perú |
32% |
Brecha significativa |
Fuente:
RICYT (2018) y Albornoz et al. (2018)
Esta selección permite capturar la diversidad de
situaciones existentes en la región, desde países con altos niveles de paridad
de género hasta aquellos con brechas significativas. Bolivia se ubica en el
puesto 12 de 18 países, clasificándose en el grupo de "paridad baja"
con un 38% de mujeres investigadoras.
Los indicadores utilizados para el análisis cuantitativo se organizan en
seis dimensiones principales, como se detalla en la Tabla 2.
Tabla
2. Indicadores cuantitativos utilizados en el análisis
de género
Dimensión |
Indicador |
Fuente de Datos |
Unidad de Medida |
Participación General |
% Mujeres investigadoras |
RICYT, UNESCO |
Porcentaje |
Distribución Disciplinar |
% Mujeres por área científica |
RICYT, Scopus |
Porcentaje |
Formación Avanzada |
% Mujeres en
maestría/doctorado |
UNESCO, instituciones |
Porcentaje |
Liderazgo Científico |
% Mujeres en cargos directivos |
Instituciones nacionales |
Porcentaje |
Producción Científica |
% Autorías principales
femeninas |
Scopus, Web of Science |
Porcentaje |
Reconocimiento |
Índice de citas por género |
Scopus, Web of Science |
Ratio |
Estos indicadores permiten una evaluación integral de
la participación femenina en diferentes aspectos del sistema científico, desde
la formación hasta el liderazgo y reconocimiento académico.
Para el análisis cualitativo, se desarrolló una matriz
de análisis de políticas públicas que considera las siguientes dimensiones: (1)
Marco normativo y legal; (2) Programas específicos de promoción de la
participación femenina en ciencia; (3) Mecanismos de financiamiento con
perspectiva de género; (4) Estrategias de conciliación vida laboral-familiar; y
(5) Iniciativas de visibilización y reconocimiento de mujeres científicas.
El procesamiento de datos cuantitativos se realizó
utilizando técnicas de estadística descriptiva, incluyendo medidas de tendencia
central, dispersión y análisis de correlaciones. Para facilitar la comparación
entre países, se calcularon índices de paridad de género definidos como la
razón entre la participación femenina y masculina en cada indicador. Valores
cercanos a 1 indican paridad, mientras que valores menores a 0.8 o mayores a
1.2 sugieren brechas significativas.
El análisis de la información cualitativa se basó en
técnicas de análisis de contenido, identificando categorías temáticas y
patrones recurrentes en las políticas y programas implementados. Se prestó
particular atención a la identificación de buenas prácticas y lecciones
aprendidas que puedan ser relevantes para el contexto boliviano.
Una limitación importante del estudio es la
disponibilidad desigual de datos entre países y la falta de estandarización en
algunos indicadores. Mientras que países como Argentina, Brasil y México
cuentan con sistemas robustos de información sobre ciencia y tecnología, otros
países de la región presentan vacíos significativos en sus estadísticas. Para
Bolivia específicamente, la limitada disponibilidad de datos desagregados por
género en algunas dimensiones del sistema científico constituyó un desafío metodológico
que se abordó mediante la triangulación con fuentes alternativas y estudios
cualitativos.
Otra limitación se relaciona con la comparabilidad
temporal de los datos, dado que los sistemas de información de ciencia y
tecnología han evolucionado significativamente en la última década. Para
minimizar este sesgo, se priorizaron los datos más recientes disponibles y se
realizaron análisis de sensibilidad para verificar la robustez de los
hallazgos.
El estudio también reconoce las limitaciones
inherentes al uso de indicadores cuantitativos para capturar la complejidad de
las relaciones de género en la ciencia. Los números pueden ocultar aspectos
cualitativos importantes como la calidad de la participación, las experiencias
subjetivas de las mujeres científicas, y los mecanismos sutiles de
discriminación que no se reflejan en las estadísticas oficiales. Por esta
razón, el análisis cuantitativo se complementó con la revisión de estudios
cualitativos que aportan perspectivas más profundas sobre las experiencias de
las mujeres en la ciencia latinoamericana.
Finalmente, es importante señalar que este estudio
adopta una perspectiva de género que reconoce la diversidad de experiencias y
identidades, aunque las limitaciones de los datos disponibles restringen el
análisis principalmente a la dimensión binaria hombre-mujer. Se reconoce la
necesidad de desarrollar enfoques más inclusivos que consideren la diversidad
sexual y de género en futuras investigaciones sobre el tema.
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
El análisis de las perspectivas de género en la
producción científica en América Latina revela un panorama heterogéneo
caracterizado por avances significativos en algunos países y la persistencia de
brechas importantes en otros. Los resultados se presentan organizados en cinco
dimensiones principales: participación general de mujeres investigadoras,
distribución por disciplinas científicas, representación en niveles de
formación avanzada, liderazgo científico y producción académica.
Participación
de mujeres investigadoras en América Latina
El análisis de la participación de mujeres
investigadoras en 18 países latinoamericanos muestra una variación
considerable, con porcentajes que oscilan entre el 32% y el 61%. Venezuela
lidera la región con un 61% de mujeres investigadoras, seguida por Argentina
(53%) y Uruguay (53%). En el extremo opuesto se encuentran Perú (32%), México
(33%) y Guatemala (35%). Bolivia, con un 38% de mujeres investigadoras, se
ubica en el tercio inferior de la distribución regional, por debajo del
promedio latinoamericano que se sitúa en 45% (Albornoz et al., 2018).
Esta distribución revela patrones interesantes que no
se correlacionan directamente con el nivel de desarrollo económico de los
países. Por ejemplo, Venezuela y Argentina, países con contextos económicos muy
diferentes, muestran los niveles más altos de paridad de género, mientras que
México, una de las economías más grandes de la región, presenta una de las
brechas más significativas. Esto sugiere que factores como las políticas
públicas, las tradiciones académicas y los marcos normativos juegan un papel determinante
en la configuración de la participación femenina en la ciencia.
El caso boliviano merece un análisis particular. Con
un 38% de mujeres investigadoras, Bolivia se encuentra 7 puntos porcentuales
por debajo del promedio regional. Sin embargo, esta cifra representa un avance
significativo comparado con décadas anteriores, cuando la participación
femenina en la investigación científica era considerablemente menor. El
crecimiento ha sido especialmente notable en las universidades públicas, donde
las políticas de equidad de género han tenido mayor impacto (Cabello, 2024).
Distribución
por disciplinas científicas
El análisis por disciplinas científicas revela la
persistencia de patrones de segregación horizontal que caracterizan los
sistemas científicos a nivel global. La Tabla 3 presenta la participación
femenina por área de conocimiento en países seleccionados de América Latina.
Tabla
3. Participación de mujeres por disciplina científica en
países seleccionados (%)
Disciplina |
Bolivia |
Argentina |
Brasil |
Venezuela |
Promedio Regional |
Ciencias Sociales |
55% |
65% |
62% |
68% |
58% |
Ciencias de la Salud |
51% |
58% |
55% |
64% |
52% |
Ciencias Naturales |
43% |
49% |
48% |
52% |
47% |
Humanidades |
48% |
56% |
53% |
59% |
51% |
Ingenierías |
23% |
31% |
29% |
35% |
28% |
Matemáticas y Física |
21% |
28% |
26% |
32% |
25% |
Fuente:
RICYT (2018) y análisis institucional
Según la tabla 3, En América Latina, las mujeres
mantienen una presencia mayoritaria en las ciencias sociales, humanidades y
ciencias de la salud, mientras que su participación disminuye
significativamente en las disciplinas STEM, particularmente en ingeniería,
física y matemáticas. Bolivia presenta un comportamiento consistente con esta
tendencia regional, aunque con cifras ligeramente inferiores en la mayoría de
disciplinas.
En las ciencias sociales, la participación femenina
regional alcanza el 58%, con países como Argentina (65%) y Brasil (62%)
mostrando niveles de paridad. Bolivia presenta un 55% de mujeres en ciencias
sociales, cerca del promedio regional, explicado por la tradición femenina en
antropología, sociología y estudios de género.
En ciencias de la salud, la participación femenina
promedio regional es del 52%, reflejando la feminización histórica de
profesiones como medicina y enfermería. Bolivia muestra un comportamiento
similar con un 51%, aunque con variaciones entre especialidades.
Las ciencias naturales presentan un panorama
equilibrado, con un promedio regional del 47%. Bolivia registra un 43%,
ligeramente por debajo del promedio regional.
El mayor desafío se encuentra en ingenierías y
tecnologías, donde la participación femenina promedio regional es apenas del
28%. Bolivia presenta una situación más crítica, con solo un 23%, reflejando
barreras culturales que asocian estas disciplinas con roles tradicionalmente
masculinos.
Formación
avanzada y trayectorias académicas
El análisis de la participación femenina en programas
de formación avanzada revela patrones complejos que varían según el nivel
educativo y la disciplina. A nivel de maestría, la participación femenina en
América Latina alcanza un promedio del 54%, superando la paridad en la mayoría
de países analizados. Este fenómeno, conocido como "ventaja femenina"
en educación superior, refleja el mayor acceso de las mujeres a la educación
universitaria en las últimas décadas (UNESCO, 2021).
Bolivia muestra un comportamiento consistente con esta
tendencia regional, registrando un 56% de mujeres en programas de maestría. Sin
embargo, esta aparente ventaja se concentra principalmente en disciplinas de
ciencias sociales, humanidades y educación, mientras que en STEM la
participación femenina se mantiene por debajo del 40%. Esto sugiere que, aunque
las mujeres bolivianas han logrado acceder masivamente a la educación superior,
persisten barreras para su incorporación en disciplinas técnicas y científicas.
A nivel doctoral, la situación se vuelve más compleja.
El promedio regional de participación femenina en programas de doctorado es del
48%, mostrando una ligera disminución respecto al nivel de maestría. Esta
reducción es más pronunciada en disciplinas STEM, donde la participación
femenina cae al 35% en promedio. Bolivia presenta cifras similares, con un 45%
de mujeres en programas doctorales, pero con una concentración aún mayor en
disciplinas no STEM.
Un aspecto particularmente preocupante es la duración
de los programas doctorales por género. Los datos disponibles sugieren que las
mujeres tienden a tomar más tiempo para completar sus estudios doctorales,
fenómeno que se atribuye a las responsabilidades de cuidado familiar y las
menores oportunidades de financiamiento. En Bolivia, esta situación se agrava
por la limitada disponibilidad de programas doctorales y las dificultades para
acceder a becas de estudio en el extranjero.
Liderazgo
científico y cargos de decisión
La representación femenina en cargos de liderazgo
científico constituye uno de los indicadores más críticos para evaluar la
equidad de género. La Tabla 4 muestra la participación de mujeres en posiciones
directivas.
Tabla
4. Participación de mujeres en liderazgo científico (%)
Tipo de Cargo |
Bolivia |
Argentina |
Brasil |
Promedio Regional |
Rectores/Vicerrectores |
18% |
35% |
32% |
28% |
Decanos STEM |
22% |
38% |
35% |
35% |
Directores de Investigación |
24% |
42% |
38% |
32% |
Consejos Científicos |
29% |
45% |
41% |
34% |
Los resultados de la tabla 4, muestran que Bolivia
presenta las cifras más bajas de la región en liderazgo científico, con apenas
un 24% de mujeres en cargos directivos, comparado con el 32% promedio regional.
En el ámbito universitario, la situación es igualmente
preocupante. Las mujeres representan apenas el 28% de los rectores y
vicerrectores en universidades latinoamericanas, y solo el 35% de los decanos
de facultades científicas. En Bolivia, estas cifras son aún más bajas: 18% de
rectoras y vicerrectoras, y 22% de decanas en facultades STEM. Esta
subrepresentación es particularmente significativa considerando que las mujeres
constituyen la mayoría del estudiantado universitario en la región.
El análisis de la composición de los consejos
científicos nacionales revela patrones similares. En promedio, las mujeres
ocupan el 34% de los asientos en estos organismos, responsables de definir las
políticas científicas nacionales. Bolivia presenta una participación del 29%,
ligeramente por debajo del promedio regional. Sin embargo, es importante
destacar que esta cifra representa un avance significativo respecto a la década
anterior, cuando la participación femenina en estos espacios era inferior al 20%.
Producción
científica y visibilidad académica
El análisis de la producción científica por género
revela disparidades importantes tanto en cantidad como en visibilidad de las
publicaciones. Utilizando datos de Scopus para el período 2019-2023, se observa
que las mujeres son autoras principales en el 41% de las publicaciones
científicas latinoamericanas, cifra que varía considerablemente entre
disciplinas y países.
En ciencias sociales y humanidades, las mujeres
alcanzan el 52% de las autorías principales, reflejando su mayor participación
en estas disciplinas. Sin embargo, en STEM esta cifra desciende al 31%,
evidenciando las brechas existentes en la producción científica de estas áreas.
Bolivia presenta un comportamiento similar, con un 38% de autorías principales
femeninas en el total de publicaciones, pero con una distribución muy desigual
entre disciplinas.
Un aspecto particularmente relevante es el análisis de
las colaboraciones internacionales. Los datos muestran que las mujeres
científicas latinoamericanas participan en menor medida en redes de
colaboración internacional, lo que limita su visibilidad y el impacto de sus
investigaciones. En Bolivia, solo el 28% de las publicaciones con colaboración
internacional tienen mujeres como autoras principales, comparado con el 35%
promedio regional.
El análisis de citas revela disparidades adicionales
en el reconocimiento académico. Las publicaciones con mujeres como autoras
principales reciben, en promedio, un 15% menos de citas que aquellas lideradas
por hombres, fenómeno que se mantiene incluso controlando por disciplina y
calidad de la revista. Esta brecha en el reconocimiento académico tiene
implicaciones importantes para el desarrollo de las carreras científicas
femeninas y perpetúa las desigualdades existentes.
Evolución
temporal y tendencias
El análisis de la evolución temporal muestra
tendencias positivas, pero con ritmos variables. La Tabla 5 presenta la
evolución de la participación femenina en investigación.
Tabla
5. Evolución de la participación de mujeres
investigadoras (2015-2024)
País |
2015 |
2020 |
2024 |
Crecimiento |
Bolivia |
33% |
36% |
38% |
+5 puntos |
Argentina |
48% |
51% |
53% |
+5 puntos |
Brasil |
46% |
48% |
49% |
+3 puntos |
Promedio Regional |
42% |
44% |
45% |
+3 puntos |
Fuente:
RICYT (2018-2024).
Bolivia ha experimentado un crecimiento acelerado
según muestra la tabla 5, pasando del 33% al 38% en una década, representando
un incremento de 5 puntos porcentuales, superior al promedio regional de 3
puntos.
Sin embargo, el análisis por cohortes generacionales
revela que el ritmo de cambio se está desacelerando. Mientras que las
generaciones de mujeres que ingresaron al sistema científico en los años 2000 y
2010 mostraron incrementos significativos en su participación, las cohortes más
recientes presentan tasas de crecimiento menores, sugiriendo la persistencia de
barreras estructurales que requieren intervenciones más profundas.
La proyección de tendencias basada en los datos
actuales sugiere que, manteniendo el ritmo actual de cambio, la región
alcanzaría la paridad de género en investigación científica hacia el año 2035.
Sin embargo, esta proyección oculta disparidades importantes entre disciplinas,
donde las ingenierías requerirían varias décadas adicionales para lograr
niveles de equidad aceptables.
Discusión
Los resultados confirman la complejidad de las
perspectivas de género en la producción científica latinoamericana y evidencian
la posición particular de Bolivia. La interpretación requiere considerar
múltiples factores desde políticas públicas hasta aspectos culturales que
configuran los sistemas científicos nacionales.
La posición intermedia de Bolivia (38% de mujeres
investigadoras) refleja tanto avances logrados como desafíos pendientes. Esta
cifra, aunque inferior al promedio regional del 45%, representa un progreso
significativo considerando el contexto histórico. La comparación con países
líderes como Venezuela (61%) y Argentina (53%) sugiere margen considerable para
mejora.
La brecha no se atribuye únicamente a factores
económicos, como demuestra Venezuela, que mantiene liderazgo regional pese a
dificultades económicas. Esto sugiere que políticas públicas específicas,
tradiciones académicas y marcos normativos son determinantes. En Bolivia, las
políticas de equidad en universidades públicas han contribuido al crecimiento,
pero su impacto se ve limitado por barreras culturales persistentes.
La segregación horizontal observada en las disciplinas
científicas refleja patrones globales bien documentados en la literatura
especializada. La concentración de mujeres en ciencias sociales (55% en
Bolivia) y su subrepresentación en ingenierías (23%) reproduce estereotipos de
género profundamente arraigados que asocian ciertas disciplinas con roles
tradicionalmente femeninos o masculinos (Morales & Sifontes, 2014). Esta
segregación tiene implicaciones importantes para el desarrollo económico del país,
considerando la creciente importancia de las disciplinas STEM para la
innovación y la competitividad.
Factores
explicativos de las disparidades observadas
El análisis de los factores que explican las
disparidades de género en la ciencia boliviana revela la interacción compleja
entre elementos estructurales, culturales e institucionales. Los hallazgos de
Paz Burgos (2024) sobre las seis categorías de discursos de género que
enfrentan las mujeres científicas bolivianas proporcionan un marco explicativo
valioso para comprender las barreras específicas del contexto nacional.
Los discursos que encasillan a las mujeres como
"no aptas para la ciencia" o "instintivas e irracionales"
reflejan estereotipos que trascienden las fronteras nacionales pero que
adquieren características particulares en el contexto boliviano. Estos
estereotipos se ven reforzados por la persistencia de estructuras patriarcales
en las instituciones académicas y por la limitada presencia de modelos
femeninos de referencia en posiciones de liderazgo científico.
La categoría de "mujer madre y esposa"
resulta particularmente relevante para explicar las dificultades que enfrentan
las mujeres bolivianas para desarrollar carreras científicas sostenibles. La
ausencia de políticas efectivas de conciliación vida laboral-familiar,
combinada con expectativas sociales que asignan a las mujeres la
responsabilidad principal del cuidado, genera barreras significativas para la
participación femenina en actividades de investigación que requieren dedicación
intensiva y movilidad geográfica.
El fenómeno de "invisibilización"
identificado en el estudio cualitativo se refleja claramente en los datos
cuantitativos sobre liderazgo científico y reconocimiento académico. La
subrepresentación de mujeres en cargos directivos (24% en Bolivia) y la menor
visibilidad de sus publicaciones científicas evidencian mecanismos sutiles pero
efectivos de exclusión que limitan el desarrollo profesional femenino.
Comparación
con experiencias internacionales
La comparación de la experiencia boliviana con casos
exitosos en la región proporciona elementos valiosos para identificar
estrategias efectivas de promoción de la equidad de género. El caso argentino,
que lidera la región junto con Venezuela, se caracteriza por la implementación
temprana de políticas integrales que abordan tanto las barreras estructurales
como los aspectos culturales.
Argentina implementó desde 2009 un sistema de cuotas
de género en organismos científicos que garantiza una participación mínima del
30% de mujeres en comités de evaluación y cargos directivos. Esta política se
complementó con programas de financiamiento específicos para mujeres
científicas y estrategias de visibilización que han contribuido a cambiar las
percepciones sociales sobre el rol de las mujeres en la ciencia (Beigel et al.,
2023).
El caso brasileño también ofrece lecciones
importantes, particularmente en relación con las políticas de formación
avanzada. Brasil implementó programas de becas doctorales con perspectiva de
género que incluyen extensiones por maternidad y apoyo para el cuidado
infantil. Estas medidas han contribuido a reducir las brechas en la formación
doctoral y a mejorar las tasas de finalización de estudios por parte de las
mujeres.
En contraste, países con brechas significativas como
México y Perú muestran patrones similares a Bolivia en términos de la
persistencia de barreras culturales y la limitada efectividad de las políticas
implementadas. Esto sugiere que las intervenciones aisladas o de corto plazo
tienen un impacto limitado y que se requieren enfoques integrales y sostenidos
para generar cambios significativos.
Políticas
públicas y marcos normativos
El análisis de las políticas públicas implementadas en
Bolivia revela un panorama caracterizado por avances normativos importantes,
pero con limitaciones en la implementación y el seguimiento. La Constitución
Política del Estado Plurinacional de Bolivia establece principios de equidad de
género que se han traducido en marcos normativos específicos para el sector
educativo y científico.
Sin embargo, la traducción de estos marcos normativos
en políticas concretas ha sido desigual. Mientras que las universidades
públicas han implementado políticas de equidad de género con resultados
positivos, las instituciones de investigación y el sector privado mantienen
enfoques más tradicionales que limitan la participación femenina.
La ausencia de un sistema nacional de indicadores de
género en ciencia y tecnología constituye una limitación importante para el
diseño y evaluación de políticas públicas. A diferencia de países como
Argentina y Brasil, que cuentan con sistemas robustos de monitoreo, Bolivia
carece de mecanismos sistemáticos para evaluar el impacto de las intervenciones
implementadas.
Desafíos
y oportunidades emergentes
Los resultados del estudio identifican varios desafíos
emergentes que requieren atención prioritaria. El primero se relaciona con la
desaceleración del ritmo de cambio observada en las cohortes más recientes de
mujeres científicas. Esto sugiere que las estrategias implementadas hasta el
momento han alcanzado un límite en su efectividad y que se requieren enfoques
más innovadores para superar las barreras persistentes.
El segundo desafío se vincula con la creciente
importancia de las disciplinas STEM para el desarrollo económico del país. La
persistente subrepresentación femenina en estas áreas no solo constituye una
cuestión de equidad, sino que representa una pérdida de talento que limita la
capacidad de innovación nacional. Esto es particularmente relevante en el
contexto de la transición hacia una economía del conocimiento y la necesidad de
diversificar la matriz productiva boliviana.
Sin embargo, también se identifican oportunidades
importantes. La creciente conciencia social sobre las cuestiones de género,
impulsada por movimientos feministas y organizaciones de la sociedad civil, ha
creado un ambiente más favorable para la implementación de políticas de
equidad. Además, la experiencia acumulada por otros países de la región
proporciona un repertorio de estrategias probadas que pueden adaptarse al
contexto boliviano.
La digitalización acelerada de la educación y la
investigación, impulsada por la pandemia de COVID-19, también abre nuevas
oportunidades para reducir las barreras geográficas y temporales que
tradicionalmente han limitado la participación femenina en la ciencia. Las
modalidades virtuales de formación y colaboración pueden facilitar la
conciliación vida laboral-familiar y ampliar las oportunidades de participación
para mujeres en regiones remotas.
Implicaciones para el desarrollo científico nacional
Las brechas de género identificadas tienen
implicaciones importantes para el desarrollo científico nacional que
trascienden las consideraciones de equidad social. La evidencia internacional
demuestra que la diversidad de género en los equipos de investigación
contribuye a la calidad y el impacto de la producción científica, mejora la
capacidad de innovación y favorece el desarrollo de soluciones más inclusivas a
los problemas sociales (Muñoz et al., 2025).
En el contexto boliviano, donde el sistema científico
se encuentra en proceso de consolidación, la inclusión efectiva de las mujeres
puede contribuir significativamente al fortalecimiento de las capacidades
nacionales de investigación. Esto es particularmente relevante en áreas
prioritarias para el desarrollo nacional como la biotecnología, las energías
renovables y la gestión sostenible de recursos naturales, donde la perspectiva
de género puede aportar enfoques innovadores.
La subrepresentación femenina en posiciones de
liderazgo también limita la capacidad del sistema científico para responder a
las necesidades específicas de las mujeres y para incorporar perspectivas de
género en las agendas de investigación. Esto es especialmente importante en
áreas como la salud, la educación y el desarrollo social, donde las mujeres
constituyen tanto usuarias principales como agentes clave de implementación de
las soluciones desarrolladas.
Limitaciones
del estudio y futuras investigaciones
Es importante reconocer las limitaciones del presente
estudio y las oportunidades para futuras investigaciones. La disponibilidad
desigual de datos entre países y la falta de estandarización en algunos
indicadores limitan la precisión de las comparaciones realizadas. Además, el
enfoque principalmente cuantitativo, aunque complementado con análisis
cualitativos, no permite capturar completamente la complejidad de las
experiencias de las mujeres científicas.
Futuras investigaciones deberían profundizar en el
análisis cualitativo de las experiencias de las mujeres científicas bolivianas,
explorando aspectos como las estrategias de resistencia y adaptación, las redes
de apoyo, y los factores que facilitan el éxito profesional. También sería
valioso desarrollar estudios longitudinales que permitan analizar las
trayectorias profesionales a lo largo del tiempo y identificar los momentos
críticos donde se producen las mayores pérdidas de talento femenino.
Además, es necesario ampliar el análisis para incluir
perspectivas interseccionales que consideren cómo el género interactúa con
otras categorías como la etnia, la clase social y la región geográfica. En el
contexto boliviano, donde la diversidad cultural es una característica
fundamental, esta perspectiva interseccional es particularmente relevante para
comprender las experiencias diferenciadas de las mujeres científicas.
CONCLUSIONES
Este estudio proporcionó una visión integral de las
perspectivas de género en la producción científica mediante un análisis
comparativo entre Bolivia y América Latina, revelando avances logrados y
desafíos persistentes en la búsqueda de equidad de género en la ciencia
regional.
Bolivia, con un 38% de mujeres investigadoras, se
encuentra en posición intermedia dentro del panorama latinoamericano, por
debajo del promedio regional del 45% pero mostrando tendencia de crecimiento
sostenido. Esta situación refleja tanto avances logrados a través de políticas
de equidad de género en universidades públicas como la persistencia de barreras
estructurales y culturales.
La identificación de seis categorías de discursos de
género que enfrentan las mujeres científicas bolivianas constituye un aporte
significativo para comprender las barreras específicas del contexto nacional.
Estos discursos evidencian la necesidad de intervenciones que aborden no solo
aspectos estructurales sino también elementos culturales que perpetúan las
desigualdades.
La segregación horizontal en disciplinas científicas
representa uno de los desafíos más significativos. La subrepresentación
femenina en disciplinas STEM, particularmente en ingenierías donde apenas
alcanzan el 23%, limita el aprovechamiento del talento femenino en áreas
críticas para la innovación y desarrollo económico.
Las implicaciones para políticas públicas son claras:
se requieren estrategias integrales que incluyan fortalecimiento de políticas
de conciliación vida laboral-familiar, implementación de sistemas de cuotas de
género en organismos científicos, desarrollo de programas de financiamiento
específicos y creación de estrategias de visibilización que contribuyan a
cambiar percepciones sociales.
La experiencia de países líderes como Argentina y
Brasil demuestra que es posible lograr avances significativos mediante
políticas integrales y sostenidas, proporcionando un repertorio valioso de
estrategias adaptables al contexto boliviano.
Para futuras investigaciones, se recomienda
profundizar en análisis cualitativos de experiencias de mujeres científicas
bolivianas, desarrollar estudios longitudinales e incorporar perspectivas
interseccionales. Es fundamental desarrollar un sistema nacional de indicadores
de género en ciencia y tecnología para monitoreo sistemático.
La equidad de género en ciencia constituye una
condición necesaria para el desarrollo científico nacional. Bolivia tiene
potencial para avanzar significativamente hacia la paridad de género, pero
requiere compromiso sostenido de instituciones académicas, organismos
gubernamentales y sociedad en conjunto.
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